domingo, 8 de noviembre de 2009

El Pacto de gracia


Un elemento que nos da identidad como presbiterianos es el Pacto de Gracia, que está firmemente arraigado en la Escritura, es el hilo conductor de todos los libros de la Biblia, Es la razón por la cual creemos que la bendición de Dios se extiende a "mil generaciones", y es la razón por la cual bautizamos a nuestros hijos, como hijos del pacto.
El Pacto de Gracia, dice William Hendriksen, "es aquel arreglo entre el Dios Trino y su pueblo por el cual Dios promete su amistad y por lo tanto salvación completa y libre a su pueblo sobre la base de la expiación vicaria de Cristo el Mediador del pacto y ellos en gratitud prometen vivir para Él". En términos más sencillos el pacto de gracia es el plan de Dios para la salvación de los pecadores. Se basa en la pura voluntad de Dios (Efesios 1). Dios decretó este plan antes de la fundación del mundo, eligiendo desde la eternidad a un pueblo.
"Este pacto en un sentido es bilateral, porque está establecido entre dos partes: Dios y el hombre. Por una parte está Jehová, el Dios del pacto; por otra, los creyentes y su simiente (Génesis 17:7). Dios hace promesas. El hombre tiene obligaciones y responsabilidades del pacto. Sin embargo, en otro sentido, debido a la infinita diferencia cualitativa entre Dios y el hombre, el pacto puede llamarse verdaderamente unilateral. El pacto no surge del resultado de un contrato hecho por dos partes iguales después de largas reuniones y discusiones. ¡Es Dios, él sólo, quien por pura gracia establece su pacto con el hombre!". (Hendriksen).
Creemos que la Biblia es una unidad y que el mensaje es en estricto sentido el mismo desde el Génesis hasta el Apocalipsis; aún cuando haya diferencias entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el código de leyes ceremoniales y similares, establecido en el Antiguo Testamento fue abolido (Marcos 7:19; Col. 2:14). Incluso la ley moral ya no está escrita en tablas de piedra sino en el corazón. En el Antiguo Testamento todo apunta hacia Cristo y en el Nuevo está Cristo ejecutando el plan de salvación y se aplica al hombre sólo por gracia en todos los tiempos. A diferencia del dispensacionalismo que indica que la humanidad de salva de manera diferente según la época en que vive, ya sea por obras, por obediencia a la ley, por gracia, o por aceptar el reinado de Cristo.
Este único pacto de gracia fue revelado de una manera más y más completa en el curso del tiempo. Así podemos hablar de los siguientes periodos:
  1. El periodo de Adán a Abraham, cuando el pacto aún no se había establecido formalmente y no se había instituido un sacramento para sellarlo.
  2. El periodo de Abraham a Moisés, durante el cual se estableció el pacto formalmente y se agregó el sacramento de la circuncisión como signo y sello.
  3. El periodo de Moisés a Cristo, durante el cual se agregó otro sacramento, la Pascua, se entregó la ley y el pacto se circunscribió en gran parte a los judíos.
  4. La era presente, es decir, el periodo entre la primera segunda venida de Cristo, en el cual las bendiciones del pacto no están confinadas a ninguna nación en particular, las sombras del Antiguo Testamento se están cumpliendo y los sacramentos sangrientos han sido reemplazados por los sin sangre, en virtud de haber sido ya cumplidas las demandas por la sangre de Cristo.
  5. La vida eterna, durante la cual gozaremos de las bendiciones del pacto de gracia al grado más alto


Así el pacto de gracia es una promesa Génesis 17:7, es una bendición Génesis 12:2,3; es un acuerdo en al cual Abraham es nuestro representante Gálatas 3:7-9 y 29.
Si quisiera profundizar en este tema le recomiendo el libro "El pacto de Gracia" de William Hendriksen de Libros Desafío, de donde se han tomado todos los datos que se indican en este tema.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lo que requiere diligencia



Una pregunta
En diferentes reuniones de jóvenes, mujeres y maestros de escuela dominical donde he participado como conferencista he hecho la pregunta, a personas que tienen más de cinco años en el evangelio ¿Quién de ustedes ha leído toda la Biblia? Y en todas, la respuesta ha sido generalizada, muchas personas no han leído su Biblia totalmente, ni siquiera una vez. Entre los jóvenes se acentúa este problema, menos del 10 % la han leído y entre maestros y mujeres este porcentaje esta entre el 20 y 30 %. De todos modos es impresionante que los cristianos que nos decimos que sabemos de Biblia, no la hayamos leído totalmente, acostumbramos leerla como grillos, saltando de aquí para allá o bien como dice R.C Sproul leemos con el método de “picada al azar”.

La principal razón de no leer y mucho menos estudiar la Biblia es por flojera, o pereza, esto es un vicio que nos aleja del trabajo y del esfuerzo, es hacer las tareas tardíamente, es descuido de lo que tiene uno que hacer. La Biblia habla mucho de la pereza y su contraparte que es la diligencia, solamente en Proverbios y Eclesiastés cuento más de 32 referencias al tema.

Aqui te indico siete ideas del tema:

1.  Prov. 26:16 “En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar”

2. Prov. 6:10-11 “Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.”

3. Pro. 12:27 “El indolente ni aún asara lo que ha cazado; pero haber precioso del hombre es la diligencia”

4. Vive ilusionado en su mundo Prov. 21:25-26 “El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar. Hay quien todo el día codicia”. Por eso vive frustrado.

5. Prov. 18:9 También el que es negligente en su trabajo es hermano del hombre disipador”.

6.- Prov. 10:26 “Como el vinagre a los dientes y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían”.

7. Prov. 22:13 “Dice el perezoso: El león esta fuera; seré muerto en la calle”.

Toma acciones para vencer la pereza

1. Aprende a no autosatisfacerte fácilmente.

2. Toma ejemplos de los animales como el águila, la hormiga, etc. Y de biografías de misioneros cristianos.

3. Empieza por cumplir en las pequeñas cosas o tareas y así irás progresando.

4. Levántate temprano. Si lo haces continuamente por cuarenta días se te convierte en un hábito. Pruébalo y verás.

5. Se puntual. Respeta tu tiempo y el de los demás.

Qué requiere diligencia

1. Mi relación personal con Dios

     a. La lectura y estudio de la Biblia

Kart Barth decía que el pecado tiene tres raíces: el orgullo, la falta de honestidad y la pereza. Sproul pone como única razón del porque no estudiamos la Biblia a la pereza, aún cuando ponemos mitos para justificar nuestra pereza tales como que la Biblia es muy difícil y solo los eruditos la comprenden y que es muy aburrida, pero si tu puedes leer el periódico, podrás leer perfectamente la Biblia y ella contiene vidas de personajes muy atractivos, vivos, como tu y yo y es mejor que una telenovela.

      b. La oración y dependencia de Dios

2. Mi relación con mi prójimo más próximo
    Cónyuge, Hijos, Padres, Hermanos.

3. La practica de los dones. Aprender cómo practicar adecuadamente los dones que Dios nos ha dado: Servicio, Buena administración, Enseñanza, Exhortación, Repartir, Presidir, Hacer misericordia, Amar.

4. El trabajo o cómo allegarte de recursos para ti y tu familia.

Cuando yo estaba en el Esfuerzo Cristiano (Grupo juvenil presbiteriano) aprendí tres cosas básicas: a).- Con quien voy a pasar la eternidad (Allí fui consciente de mi salvación por fe en Cristo Jesús), b).- A qué me iba a dedicar toda mi vida, allí decidí dedicarme a estudiar Ingeniería Industrial y c).- Con quién iba a pasar el resto de mis días (allí conocí a mi esposa).

Pero también aprendí un poco de flojera, allí me di cuenta que a veces no pasaba nada cuando alguien llegaba a rendir su informe y decía no hice nada “Por Cristo y por su Iglesia” La Comisión. Por eso también es necesario aprender en el E. C. a decir que no cuando sabemos que no vamos a hacer nada o a echarle ganas cuando nos dan una tarea para que realmente sea por “Cristo y pos su Iglesia”

Mi querido amigo “Ardientes en espíritu sirviendo al Señor” significa:

• Que nos seas flojo

• Que hagas las tareas que te asignan

• Que no le tengas miedo a tus temores internos, que quizá solo sean motivados por tu flojera

• Que te pongas metas realistas para que no te frustres

• Que analices tus paradigmas y los cambies por unos más reales y que tengan principios más duraderos, que estén basados en la Biblia.

• Échale ganas a lo que haces, principalmente a tu relación personal con Dios.

“en lo que requiere diligencia ardientes en espíritu sirviendo al Señor” Romanos 12:11